Y casi sin darnos cuenta...
y decidimos...
que era hora de buscar sanguchitos...
las papitas, los chizitos.
Una vez presentados los platos
empezó el desfile de empanadas...
y en busca de la más rica, la más sabrosa de todas las primaveras.
Fué una dura contienda...
no podíamos pronunciar palabras...
el jurado finalmente decidió que no habia una en especial,
todas eran reinas de primavera.
Y a corazón contento comenzó la fiesta...
y en cada rincón de la casa...
resonó el llamado de la trompeta...
y rebotamos en palmas.
Llegaron las guitarras...
chacareras, cumbias, zambas...
fotos...
flores...
risas...
dulces...
caritas...
piano... forte...
hasta quedar patas para arriba!!!